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Leído originalmente en: La Neurona Impasible (se ruega la máxima difusión posible) se trata de una carta de alguien que tiene una hipoteca contratada en Bankia y cómo a pesar de ser un banco intervenido y sacado a flote con el dinero de todos, incluido el de otros Estados miembros de la UE y cómo ese dinero sirve para continuar con prácticas legales pero "abusivas".
Chema García
Es mejor leerlo de su puño y letra:
Estoy profundamente apesadumbrado por el trato que recibo de mi banco, que no sorprendido. Soy un tipo normal, que afortunadamente aún tiene trabajo, aunque no se por cuanto tiempo. Hace un tiempo, nos decidimos a comprar un piso, como cualquiera. El préstamo hipotecario nos lo concedió Caja Madrid, hoy Bankia.
Durante los años en que todos éramos ricos, yo era pobre. Pagaba unos intereses de hasta el 6%, no me iba de vacaciones, ni me compraba coche, no vestía ropas de marca. Solamente cumplía con mis obligaciones contraídas voluntariamente y no me daba para más.
De repente, nos vimos inmersos en esta situación, para algunos propiciada por los bancos, para otros por Zapatero, al fin y al cabo la culpa es viuda. Los precios suben al igual que los impuestos, los sueldos en cambio se estancan, incluso bajan en algunos casos. Todo esto a cara perro, sin anestesia. Se acabaron los grandes viajes, las ropas de marca, los coches de lujo. Llegan el paro y los recortes al galope, acercándonos a la pobreza.
Yo, sigo siendo pobre y cumplidor. Procuro ser coherente con mis actos. Afortunadamente los tipos de interés bajan y equilibran un poco todo este desajuste. Y no es suficiente. Pero todo esto ya lo sabemos, y cada uno cuenta la feria como le va …
Resulta que algunos meses, el ingreso del sueldo llega un poco más tarde, lo que retrasa un poco los pagos. Para estos retrasos, el banco estipula una penalización económica si se traspasa el plazo estipulado en el contrato que se firma para el pago del recibo de la hipoteca.
Pues en lo que va de año, me he retrasado tres o cuatro veces. En lugar de pagar el día 2, lo he hecho el día 12 o 13. Si a mi me llega más tarde, unos pocos días, pues que le vamos a hacer… Pues el banco me casca 30€ en concepto de comisión de demora. Pero tampoco es que se deba el recibo entero, ya que “trincan” enseguida lo que hay. Falte lo que falte, me multan. Si sumamos lo que he pagado en concepto de demora, podemos comprobar que se han comido mis pocos ahorros que consigo a base de privaciones.
Y no pienso hacer demagogia diciendo que me suben mis impuestos para financiar la mala gestión de la banca.
Lo que me gustaría pedir a los señores que dirigen Bankia, es que en cuanto tengan un hueco, se paren a pensar si es que pueden, en nosotros. Se supone que estamos en una situación en la que hay que arrimar el hombro, remar en la misma dirección. Hay que redoblar esfuerzos para llegar afin de mes. Pero ellos no se dan por aludidos, no colaboran.
Les pediría un poco de flexibilidad, que aumentasen un poco esos plazos, tres o cuatro días más serían suficientes. Entiendo que serán muchos 30€ limpios los que dejarían de ganar, pero sería su granito de arena. Solo unas horas que nos permitan seguir cumpliendo honradamente con nuestras obligaciones.
Les pediría un poco de sentido común, que aflojasen un poco la cuerda. Facilitar los pagos dando un poco más de margen ayudaría bastante a todas estas familias, en las que me incluyo, a soportar un poco mejor todo esto.
Por una vez, por un instante, ponganse en la piel de un tipo normal, que quiere hacer las cosas bien y no llega. Ni tan siquiera les pido que dejen sin efecto las sanciones, sino que amplíen un poco el plazo, que nos den un respiro.
Yo entiendo que estarán muy ocupados, aunque no se en qué pero no pueden dejar todo el peso de la reconstrucción del país a los demás y ustedes solo a recoger.
Ese pequeño-gran gesto sería de gran ayuda, no solo para nosotros, sino también para ustedes, ya que se supone que lo importante es cobrar. No les pido que nos premien por pagar, ya que es nuestra obligación, pero sí que no nos castiguen por hacerlo.
Me gustaría creer que esta misiva llegará a su destinatario, pero soy realista y supongo que se quedará por aquí rondando. Espero que los ciudadanos que la lean y se vean reflejados en ella, o incluso piensen que mas adelante les pueda tocar a ellos, que sean solidarios y la divulguen de la manera que sea, a ver si con un poco de suerte, Papa Noel o Los Reyes Magos obran el milagro, y le llega al señor Jose Ignacio Goirigolzarri.
Me siento como el dragón que lucha contra la gran muralla :
Echo humo por la nariz y fuego por la boca, pero la piedra no se ablanda.
Agradeciendo su interés, me despido.
